La gran mayoría de obras comenzó entre diciembre de 2016 y enero de este año. El objetivo de Infraestructura Social Básica es que gran parte de las tareas estén concluidas antes del próximo inicio del ciclo lectivo, para que los edificios educativos funcionen a pleno a partir del 6 de marzo.

Reparaciones en sanitarios y en instalaciones eléctricas, de gas y cloacales, impermeabilizaciones y remplazo de techos y cielorrasos, cierres perimetrales, cisternas nuevas, desagües pluviales y hasta refuerzos estructurales en columnas y muros son algunas de las tareas que se están haciendo en los edificios escolares de cara al inicio del ciclo lectivo 2017.

De acuerdo con lo que especificaron desde la delegación regional de la DGE en el Valle de Uco, la inversión promedio por paquete de obras es de $1.500.000. Aclararon que el último aporte otorgado en el Valle de Uco fue hace varios años y se realizó a toda la región. Esta vez hay uno por departamento. Esta acción de cotización permite una mejor distribución del recurso y nunca se había ejecutado por departamento.

Pero además hay coeficientes de impacto zonal que se han otorgado por escuelas, ya sea por necesidades edilicias urgentes de reparar, o porque tienen una matrícula muy alta y necesitan de un mantenimiento por el uso.

Las obras comenzadas

Están siendo intervenidas con grandes reparaciones la escuela Antonio Olivares, de Tres Esquinas, San Carlos, establecimiento rural con una alta concurrencia de alumnos, a la que prácticamente por 20 años no se le realizó ninguna mejora, por lo que presenta graves falencias edilicias.

También se han destinado fondos específicos a las escuelas Vicente López y Malvinas Argentinas de Tunuyán y Lindor Castillo de Tupungato. La inversión que se realizará en cada una, en promedio, es de $800.000, mientras se gestionan otros aportes individuales para escuelas como Clotilde Guillén de Rezano.

Hay otras escuelas incluidas en las transferencias por zonas a las que se les realizan grandes cambios. Es el caso de la Vicente López de Tunuyán y Adolfo Tula de San Carlos. Este último establecimiento, en determinados momentos del año se quedaba sin agua y era una situación que se repetía año tras año. Por ello, se instaló una nueva cisterna, mientras se brindó respuesta a otra necesidad. Actualmente, se coloca el piso nuevo de una galería que estaba a desnivel, lo que hacía que entrara de lluvia a las aulas.

Paralelamente, a través de fondos enviados por la Nación a los directores de las escuelas, ya comenzaron algunos arreglos específicos que se habían proyectado en algunas escuelas. Estos fondos van desde $30 mil hasta $200 mil, son administrados por las gestiones de cada escuela y controlados por Infraestructura Escolar de la DGE.

Fuente: Prensa DGE