El 5 de julio, en la escuela Nº 4-010 María Elena Champeau, se llevó a cabo la emocionante y única subasta de arte escolar en Mendoza. El evento, que combinó la creatividad de los estudiantes con la generosidad de la comunidad, resultó en una tarde llena de colores, talento y espíritu solidario.
La subasta de arte es un proyecto que se elabora interdisciplinariamente. Reúne espacios curriculares de quinto año de las distintas especialidades del Bachillerato en Artes Visuales: pintura, escultura y cerámica. Organizada por el equipo docente, tuvo como objetivo recaudar fondos para proyectos educativos, particularmente para las Prácticas de Producción de la Especialidad. En este sentido, lo que agregó un valor especial al encuentro fue que todas las obras subastadas fueron creadas por los propios estudiantes de 5° año.
El SUM (Salón de usos múltiples) de la escuela se transformó en una verdadera galería de arte, con pinturas, castillos de cerámica y esculturas. Cada pieza era una muestra de la imaginación y del talento de los jóvenes artistas, reflejo de sus emociones, experiencias y perspectivas únicas.
El suceso atrajo a padres, familiares, autoridades jubiladas, docentes, miembros de la comunidad y contó con la presencia del Sr. Supervisor de la Sección 4, Prof. Alfredo Díaz Valdez. Todos ansiosos por apoyar a los jóvenes creadores y contribuir con la causa. Los asistentes se maravillaron ante la calidad y la diversidad de las obras expuestas. Desde coloridos paisajes hasta retratos expresivos y esculturas ingeniosas. Cada creación tenía su propia historia que contar.
El momento culminante de la subasta fue cuando los/las subastadores/as, estudiantes de 5to año carismáticos y entusiastas, tomaron el escenario para dirigir el evento. Como parte de sus Prácticas Profesionalizantes en Artes Visuales, con un martillo en la mano y una sonrisa en el rostro, los jóvenes invitaban a los presentes para que participaran activamente y pujaran por las obras de arte.
La energía en la sala era palpable mientras las ofertas comenzaban a subir. Los padres competían amistosamente por las piezas de sus hijos, alentando a otros a unirse a la puja y elevar la recaudación de fondos. La emoción crecía a medida que los estudiantes veían cómo sus creaciones se convertían en objetos de deseo para los compradores.
El ambiente festivo se mezclaba con una sensación de solidaridad y comunidad. Era evidente que no se trataba solo de la adquisición de una obra de arte, sino de respaldar la educación y el desarrollo creativo de los estudiantes. Cada oferta representaba un voto de confianza al poder del arte para transformar vidas y fomentar la expresión personal.
Al finalizar la subasta de arte escolar en la Escuela María Elena Champeau, los resultados superaron las expectativas. No solo se recaudaron fondos significativos para proyectos educativos, sino que también se logró unir aún más a la comunidad escolar en torno a un interés común. Los estudiantes sintieron el reconocimiento y el aprecio por su talento, y se fomentó el valor del arte como una forma de comunicación y autodescubrimiento.
Fuente: Escuela Nº 4-010 María Elena Champeau