Anticipado defensor
No podemos olvidar a Manuel Belgrano, para quien el Rey de España creó la Secretaría General del Consulado en el Virreinato del Río de la Plata, se desempeñó desde 1776 a 1810, desde donde hizo una vigorosa defensa a los bosques y las especies de fibras útiles. Fomentó las plantaciones de arboledas, por tratarse de épocas que no existía el Registro Civil[1] las parejas se casaban sólo por la Iglesia, con quien hizo un convenio para que no se entregara certificado nupcial, si los novios no demostraban ser plantadores de árboles, mínimo dos, y convirtió los asilos de huérfanos en escuelas para que aprendieran oficios. Estudió en España abogacía y agronomía, es el primer economista político nacido en estas tierras.
A sus memorias pertenece este pensamiento “la importación de mercaderías que impiden el consumo de las del país o que perjudiquen el progreso de sus manufacturas o de sus cultivos lleva tras de sí necesariamente a la ruina a una nación”.
En los fines de semana realizaba prácticas en la Quinta de su amigo, el investigador de Ciencias Naturales, Manuel Altoaguirre, con las dificultades de la época hacía transportar retoños frutales y otras especies a lugares donde existían climas similares para estudiar su adaptación.
Algunos de sus ideales fueron plasmados en una resolución del Cabildo del 17 de noviembre de 1810, las adversidades no le permitieron aplicar su proyecto, parte lo haría Rivadavia en 1826, crea la Escuela de Agricultura, Práctica y Jardín de Aclimatación, suprimida 14 de febrero 1828.
El Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTA) valorando la amplia tarea que desplegó Belgrano a favor del cultivo de la tierra y los recursos naturales, lo ha declarado Patrono Civil[2].
Sarmiento luchó con vehemencia por esta causa veremos sus frutos
“Sarmiento fue el impulsor de la actividad forestal” lo subrayó en un discurso durante su presidencia 1868-1874. “La pampa es como nuestra República, tela rasa. Es la tela en la que ha de bordarse una nación. Es necesario escribir sobre ella ¡árboles! ¡planten árboles!.
Estanislao Zeballos como integrante del Concejo Nacional de Educación en 1900 sugirió el día 29 de agosto, para que las escuelas homenajearan al árbol.
El 3 de setiembre de 1911 se llevó a cabo por iniciativa de la Sociedad Forestal Argentina, la primera Fiesta al Árbol de carácter nacional en Avda. Cabildo y Paroisién de Savedra, representó al Presidente de la Nación el Ministro de Agricultura, Eleodoro Lobos, estuvieron presentes el subsecretario de Agricultura Mario Saenz, y altas autoridades, hubieron emotivos discursos, el Presidente de la Sociedad Forestal Ing. Orlando Williams destacó el suceso de Nebraska donde se plantaron un millón de árboles y empezaron a celebrar el día del árbol, como lo seguirían en adelante haciendo en Argentina.
En la ciudad de Tucumán el 3 de setiembre de 1916 se llevó a cabo una gran celebración en el Parque Centenario presidida por el Gobernador y su gabinete, festejo que empezó el día anterior en la Universidad encabezado por su Rector el doctor Juan Terán, poeta del árbol.
Vuelve a llevarse a cabo una emotiva fiesta al árbol con carácter nacional, en 1931, organizada por el Intendente de Capital Federal José Guerrico y el Presidente del Consejo Nacional de Educación, por entonces a cargo del brillante tucumano, doctor Juan Terán, reiteran que en adelante se celebrará el día al árbol en homenaje a Sarmiento el 11 de setiembre, iniciativa que se comunica a todas las escuelas del territorio argentino.
El ideario de Sarmiento estaba muy presente en los argentinos hasta mediados del Siglo XX, al sancionarse la Ley Nacional de Vialidad en 1932, Nº 11.658, en el articulo 40º dice: “El Ministerio de Agricultura facilitará sin cargo a la Dirección Nacional de Vialidad todos los elementos necesarios y posibles para el arbolado y embellecimiento en los caminos”. Tenían viveros en distintas regiones, de grandes dimensiones, uno en Tunuyán junto al Río, dos en Luján: calle Terrada de Pedriel, otro en el margen izquierdo del Río Mendoza desde el Puente del Río hacia el oeste, a cargo de Vialidad Nacional.
El Directorio de Vialidad Nacional en 1941, acordó, mes del árbol desde el 11 de agosto al 11 de setiembre, actividades con escuelas y plantación de no menos de 500 árboles en cada regional.
En Tucumán la defensa al árbol ha sido intensa a través de catedráticos dedicados a la investigación, entre los que se encuentran el doctor Miguel Lillo y el fundador de la Universidad Nacional de Tucumán (1907) doctor Juan Terán. Sarmiento impresionado por la bella vegetación de Tucumán le dio el nombre de “Jardín de la República”. En 1956 fundaron la Asociación Amigos del Árbol.
Mendoza es la primera provincia que sanciona una la Ley instituyendo la “Fiesta al árbol”, Nº 384 de 1907.
El Decreto Nº 432 de 1934, dispuso que se realice la festividad el 15 de agosto.
Ley de Bosques Nº 1360 de 1939, confirmó esa y la Asociación de Amigos del Árbol.
La Asociación de Amigos del Árbol de Mendoza, 1936, es de las más antiguas, fue presentada por el doctor Guillermo Cano, su Ministro Frank Romero Day, poeta del árbol, los Intendentes Municipales, y altas autoridades, la fiesta se llevó a cabo a la entrada del Parque (lado norte) plantaron un tilo junto al que colocaron un banco y una placa, nos queda sólo el tilo, el banco y la placa, se lo robaron hace un año.
Los gobernantes mendocinos en mayor o menor medida, han apoyado la gesta al árbol, resaltan actos llevados a cabo durante una semana en gobiernos lencinistas por el multifacético Ing.Agr. Leopoldo Suarez, Ministro de Industrias y Obras Públicas, hizo importantes aportes en el Parque, en los caminos y en los viveros.
En la década del ’30 todos los gobernadores y no puede pasar desapercibido Don José Benito de San Martín, incansable defensor del árbol, Intendente de la Capital y Director de Parques y Paseos Públicos ocasión en que crea en 1933 el Parque Aborigen, donde hace plantar un arbusto autóctono de cada país de América, su mérito es mayor por tratarse de tiempos que a los montes naturales no se les daba su valor. Muy grave fue que sabiendo la significación del Parque Aborigen se construyó el Estadio, donde precisamente se quería mostrar el terreno en su estado pristino. Además el primer proyecto fue ampliar el Parque hacia el oeste y construir allí el Estadio, los terrenos no estaban ocupados. Posteriormente se ha ido destruyendo esta obra que representaba el arte incaico y cubriéndola de cemento.
Sería injusto no recordar un periodo de numerosas plantaciones, años 1946-1955, formación de bosques, entre ellos el Manzano Histórico en Tunuyán, y otro abundante de altos pinares que llamaban la atención al elevarse en pleno campo de montes espinudos, ubicado hacia el oeste del camino al Manzano, atravesado por un arroyito cristalino (propiedad Direc. de Bosques) arrancado ¡qué crimen!
Además desde los viveros municipales se difundió la plantación de eucaliptos, aun se encuentran algunos en Las Heras, camino a Lavalle, Ruta 40 y en La Paz, Ruta 7.
El impulso para la sanción de la Ley Nacional de Bosques (1948) fue acompañada de un enérgico discurso de Perón: “Insisto una vez más para que quede gravado como una obligación argentina, la de terminar los cantos al árbol, para dedicarnos a cavar pozos en la tierra, plantar retoños y cuidarlos como si fueran la patria misma”, 1946.
La Ley actual del arbolado Nº 7874 del 2008 establece la segunda semana de agosto “Semana de la Forestación”, y el 15 de agosto “Día del Árbol”.
Norma Acordinaro
[1] Sancionada la ley 1885, funciona 1886, Argentina fue una adelantada, muchas naciones aún no lo tenían.
[2] Publicación del INTA 1966.