La devolución de los resultados debe ser rápida y fundamentada. Al respecto, el estudiante deberá identificar sus logros y dificultades, formular posibles causas que favorecieron u obstaculizaron los aprendizajes y conocer sus alternativas para superar sus dificultades.
Con esta consigna la DGE propone a todo el sistema escolar trabajar poniendo una meta a la cual llegar. Esto se concretará con evaluaciones integradoras finales desde segundo grado de la primaria hasta quinto de la secundaria.
A través de un documento denominado “Una escuela que evalúa es una escuela que aprende” la Dirección General de Escuela, cuyo titular es Jaime Correas, dio a conocer las pautas que se brindarán a los miembros de la comunidad escolar para trabajar de manera firme en la evaluación de los alumnos.
Esto, bajo el concepto de que la evaluación es una herramienta que permite aprender desde el error y corregirlo, promueve el cambio y ayuda al mejoramiento de los aprendizajes.
Que los chicos aprendan es la meta y en ese objetivo toda la DGE va a ser evaluada porque:“No hay inclusión si no hay calidad. Inclusión no es que los chicos estén en la escuela sino que los chicos aprendan en la escuela” y si se falla en ese objetivo, toda la institución habrá fallado.
Los instrumentos
Para evaluar el Gobierno Escolar propondrá un referente o parámetro de exigencia referido al nivel de logro de los aprendizajes, con el cual comparar las producciones de los alumnos.
Se realizará desde segundo grado de escuela primaria a quinto/sexto año de escuela secundaria, en las áreas de Lengua y de Matemática que los docentes puedan tomar como insumo para armar sus diagnósticos. Esta evaluación será autoadministrada por las escuelas, es decir que no se pedirá ningún informe sobre los resultados desde la DGE.
Los docentes podrán modificarlas contextualizándolas a sus realidades. El objetivo es lograr metas comunes de aprendizaje, como una forma de garantizar el derecho ciudadano de ser educado.
La propuesta organiza la tarea en ciclos lectivos con materias anuales, divididas en tres trimestres, en cada uno de ellos, el estudiante debería contar con al menos tres notas y una de ellas, deberá ser escrita e individual.
La calificación de cada trimestre surge del promedio de las notas obtenidas durante el período.
Evaluación integradora
Durante las últimas tres semanas de clase, en las distintas asignaturas o talleres, los docentes se dedicarán a revisar y jerarquizar los contenidos dados, de manera de integrarlos en una evaluación final.
Se considera integradora toda instancia o actividad en la que el alumno demuestre el dominio de los aprendizajes fundamentales y nucleares de cada espacio curricular, los que se traducen en capacidades y contenidos.
La intención de la DGE es elaborar una o más evaluaciones integradoras con carácter provincial. Las mismas se llevarán a cabo durante los meses de octubre y de noviembre.
Las evaluaciones integradoras podrían ser escritas, orales, prácticas, etc., estarán a cargo del docente de la asignatura y deberían tener coherencia con lo enseñado.
El criterio de evaluación estaría determinado por cada institución y las calificaciones de las evaluaciones integradoras serían numéricas según escala de 1 a 10 y se promediará con el promedio de las notas del tercer trimestre.
En octubre, la DGE hará una evaluación muestral, evaluando a algunos estudiantes al final de cada ciclo. Estos resultados servirán para reorientar la tarea curricular de las escuelas.
La ética de la evaluación
El sentido de la evaluación es valorar los aprendizajes del estudiante y no humillarlo o castigarlo. En este marco, los contenidos y saberes que se evalúan deben ser claramente explicitados a los alumnos y padres y los estudiantes deben haber practicado con un tipo de instrumento similar durante el proceso de aprendizaje.
Los alumnos deben conocer cuándo, qué y cómo se los evaluará y con qué criterios se hará la corrección.
Fuente: Prensa DGE