En el marco del convenio entre la DGE y Óptica La Pirámide se llevó a cabo esta iniciativa con el fin de aportar al Plan Estratégico de Alfabetización la vinculación de la salud visual con el aprendizaje de la lectura y la escritura y poder realizar un trabajo de detección precoz e intervención que tanto impacto tiene en los procesos de aprendizaje.
Este jueves, en la escuela Nº 1-547 Gral. Carlos O’Donell, ubicada en el Barrio Flores Sur, de ciudad, bajo la dirección de Magdalena Cárdenas, tuvo lugar el cierre de la experiencia piloto del Proyecto “El Desafío de la Mirada 2024: Menos miopía, más futuro”, el cual representa una oportunidad para mejorar la salud visual de la comunidad escolar en Mendoza y sentar las bases para futuras intervenciones en este ámbito. Cabe destacar que la propuesta consistió en la toma de agudeza visual a todos los alumnos de la escuela, elaboración y devolución de informe sobre resultados, chequeo y diagnóstico oftalmológico y finalmente entrega de lentes para alumnos.
En este sentido, durante la jornada se completó la totalidad de entrega de los lentes a estudiantes de toda la comunidad educativa, siendo un total de 33 pares de lentes de los cuales la primera entrega se hizo efectiva la semana pasada, completando la misma este jueves. De esta manera, de 133 estudiantes que fueron evaluados por los profesionales de Óptica “La Pirámide”, se realizaron 33 derivaciones debido a la detección de diversas patologías visuales en los dos niveles con los que cuenta la institución educativa.
El acto contó con la presencia de la coordinadora de Políticas Educativas de la DGE, Adriana Yenarópulos; de la Coordinación de Cooperación Educativa de la DGE; Leandro Rodríguez, el supervisor de la sección Nº 54, César Mendoza; la supervisora de Nivel Inicial sección Nº 1, Andrea Valero; el director de La Pirámide cadena de Ópticas, Ricardo Impagliazzo; los técnicos óptico-contactólogos, Sabrina Rosatti y José Floridia; la psicopedagoga y ´consultora socioeducativa para empresas vinculando sus acciones con su comunidad, Claudia Crisafuli, docentes, no docentes y familias.
Al respecto, Adriana Yenarópulos destacó “estamos en la escuela Gral. Carlos O’Donell del barrio del oeste de la ciudad de Mendoza, hemos hecho una prueba piloto con óptica La Pirámide que ha venido con sus profesionales a medir la visión de todos los chicos de la escuela, estamos muy contentos, ha sido una obra de generosidad de parte de la óptica, lo que nos permitirá poder realizar un seguimiento en los estudiantes en cuanto a la fluidez lectora y a partir de esto volver a medir aproximadamente dentro en un mes, donde ya estén acostumbrados a usar sus lentes y estén practicando la lectura para ver qué resultado obtenemos luego del periodo de adaptación y la utilización de este recurso. Cabe destacar que los chicos se fueron felices y sus familias también, entendemos que es un aporte a la comunidad y una obligación de parte de la educación”.
Además añadió, “esta es una articulación entre la óptica y la Dirección General de Escuelas, un trabajo en conjunto, donde nosotros hemos aportado el trabajo con los estudiantes y La Pirámide los profesionales. Toda la práctica de detección de problemáticas visuales e intervención y finalmente la entrega de lentes. En este sentido, vamos a continuar trabajando y viendo los resultados de cómo avanza el desarrollo de la visión de los chicos y cómo influye en la fluidez lectora”, concluyó la funcionaria.
En tanto, Ricardo Impagliazzo expresó: “el proyecto representa una oportunidad para mejorar la salud visual de la comunidad escolar y sentar las bases para futuras intervenciones en este ámbito desde La Pirámide, con una mirada sostenible, impulsamos un enfoque colaborativo para garantizar un impacto social positivo que se traduce en el éxito de esta valiosa iniciativa. Es interesante haber podido ayudar a los estudiantes de esta escuela y que a partir de ahora tengan una salud visual apropiada y puedan llegar a una edad adulta en buenas condiciones, porque no tomar a un niño en esta edad para resolver una patología implica que pueden tener un problema mucho más severo más adelante y desencadenar en una discapacidad visual”, concluyó Impagliazzo.
Claudia Crisafuli sostuvo: “teniendo el antecedente del trabajo en la Universidad Nacional de Cuyo y la realidad post pandemia donde se produjo un aumento de contacto con el mundo virtual, la empresa propone realizar un trabajo de detección precoz e intervención justamente con la visión que tanto impacto tiene en los procesos de aprendizaje, ante la necesidad en esta escuela por su contexto sociocultural, la posibilidad de acceder a controles médicos y la oportunidad que nos brinda La Pirámide con esta herramienta”.
Por otro lado, encuadrar esta acción propuesta desde la empresa, poder vincularlo con las políticas y con el hacer educativo de nuestra provincia adhiriendo el programa y el censo de fluidez lectora, va a permitir evaluar en unos meses qué mejoras se han producido en aquellos chicos que hoy reciben sus lentes. Creemos que esto es un factor que nos permite sumar a toda la gestión educativa, la generación de alianzas estratégicas, la escuela protagonista dentro de este proceso y el apoyo de la Dirección General de Escuelas. Además, se ha elaborado un material de folletería para los docentes, la institución y las familias promoviendo lo que es la salud visual, así que estamos felices de concluir esta primera etapa como experiencia piloto que nos lleva a reajustar estrategias para generar nuevas propuestas”, finalizó la consultora.
Por su parte, José Floridia, técnico óptico-contactólogo de La Pirámide, comentó “es una experiencia muy linda poder ayudar a los chicos a mejorarles la calidad de vida, desde la parte estudiantil, su desarrollo y desenvolvimiento con sus pares”.
En este sentido, Andrea Valero y César Mendoza manifestaron: “es fundamental para los alumnos recibir esta herramienta, visibilizar estas realidades, recorrer estas instituciones y ayudar permanentemente articulando, haciendo todo un trabajo en redes con otras instituciones para poder fortalecer a los alumnos. Por lo que estamos convencidos que este proyecto representa una oportunidad para mejorar la salud visual de la comunidad escolar y centrar las bases para futuras intervenciones en este ámbito, agradecemos su compromiso y su impacto social positivo que se traduce en el éxito de esta valiosa iniciativa”, concluyeron los supervisores.
Por último, Magdalena Cárdenas, directora de la escuela Gral. Carlos O’Donell expresó “estoy convencida que los chicos deben estar en la escuela, que desde la gestión se trabaja día a día para brindar y crear condiciones y oportunidades a todos nuestros estudiantes, en relación a lo pedagógico social y comunitario, incorporando nuevas estrategias, actividades de convivencia, propuestas y programas que favorezcan su desarrollo. Es por ello que la comunidad educativa creó el escenario posible para que la óptica La Pirámide desplegara sus herramientas y diera a nuestro estudiantado la posibilidad de mejorar su salud visual”, concluyó la directora.
Proyecto “El Desafío de la mirada 2024: Menos Miopía, Más Futuro”
Los datos recopilados en el 2019 determinan la necesidad de trabajar en la mejora de la salud visual de nuestros jóvenes y niños, creando conciencia sobre la importancia de los controles oftalmológicos desde temprana edad. La miopía avanza a gran velocidad en el mundo entero y Mendoza no es excepción. Se estima que más del 25% de nuestros niños padece patologías visuales, sin diagnósticos, como es el caso de la miopía, que en condiciones avanzadas suele ser degenerativa y empeora con los años dificultando su tratamiento.
Esto afecta directamente la calidad del aprendizaje porque “un estudiante que no ve bien no aprende bien”. Frente a este riesgo, el programa Menos Miopía, Más Futuro” desde una gestión socialmente responsable, quiere aportar al Plan Estratégico de Alfabetización, (PEAM) convertido en Ley Nº 9438, vinculando la salud visual con el aprendizaje de la lectura y la escritura como camino de garantía del derecho a la educación.
Desde este enfoque, La Pirámide, en sinergia con los ejes de gestión y de políticas públicas educativas y de salud, promueve en el presente proyecto una acción de testeo en la población infantil para detectar de forma precoz trastornos visuales y que pueden influir en el rendimiento escolar de los estudiantes de primaria, que involucra técnicos especializados y capacitados por Óptica La Pirámide y la colaboración de la oftalmóloga Liliana Laurencio.
Testimonios de Docentes
Daniel Barboza, docente de 5°, y Laura Alias, docente de 2° grado, comentaron: “los chicos más grandes no se animan a decir ‘no veo bien…no estoy acá bien sentado’ o simplemente algunos estudiantes no era que no querían leer sino que no podían; por ejemplo, el caso de Yutiel Pelaytay, de 7 años, alumno de segundo grado que recibió los lentes en la primera entrega, si bien leía, por ahí confundía los sonidos e invertía letras a la hora de escribir o leer y desde que empezó a usar los lentes cambió totalmente. Y desde nuestro rol de educadores por medio de la observación, nos dimos cuenta”.
“Es por ello que este programa realmente les ha solucionado la vida tanto a nivel personal como en el desarrollo de las actividades y por ende en el entorno familiar. Y principalmente, a nosotros en nuestras prácticas áulicas, ya que es una satisfacción escuchar expresiones como ‘Ahora soy libre para leer’. Ver los cambios y la felicidad en nuestros estudiantes nos emociona como docentes y ciudadanos; todo esto ha sido posible gracias al convenio entre la DGE y la óptica La Pirámide, porque saben que ellos le dieron la libertad que necesitaban para leer, aprender y sobre todo poder descubrir el mundo de otra manera”, concluyeron los docentes.
Finalmente, desde la óptica se espera que el proyecto contribuya a mejorar la salud visual de los estudiantes, reduciendo la incidencia de enfermedades visuales no diagnosticadas, mejorando su rendimiento escolar y calidad de vida en general. Los datos obtenidos en la toma de agudeza visual, sus resultados e interpretación, junto con las acciones correctivas, permitirán por un lado complementar los datos obtenidos en los censos de fluidez lectora de cada alumno y analizar diversas variables que servirán de fundamento para nuevas investigaciones.
Fuente: Prensa DGE