La actividad, que se llevó a cabo en el parque Hipólito Irigoyen, tuvo como objetivo fortalecer el desarrollo de habilidades sociales y emocionales entre los alumnos.La escuela 4-195 “El Molino” realizó con mucho éxito una jornada de convivencia e integración en la cual participaron profesores, preceptores, celadores y personal directivo.
La jornada estuvo organizada por el servicio de orientación de la escuela y tuvo como objetivo fue poder fortalecer el desarrollo de las habilidades sociales y emocionales en los alumnos asociadas a la
convivencia.
Todas las actividades fueron pensadas desde la integración e inclusión atendiendo a la diversidad como un requisito indispensable para garantizar la convivencia pacífica en una sociedad democrática. A partir de distintas dinámicas y propuestas lúdicas se buscó la reflexión de los alumnos y adultos de la escuela que participaron de la jornada que finalizo con un ágape comunitario.
Los alumnos que participaron dieron su testimonio, por ejemplo Francisco de 2do año expresó que “la jornada estuvo entretenida me gusto poder salir de la escuela, fue un día distinto, me pude poner en la piel de una persona no vidente y sentir lo atado que se siente y como depende de los demás, en ellos tiene que confiar y apoyarse. También aprendí que entre todos podemos participar y lograr muchas cosas, y para esto tenemos que confiar en el otro”.
Otro testimonio fue el de María de 4to año quien manifestó que “me gustaron las actividades ya que la compartimos entre todos, en los grupos participaron no sólo alumnos sino docentes, preceptores y directivos, aprendí que se puede compartir pero para esto debemos confiar en el otro”.
La docente Patricia dijo: “Valoro mucho la participación que se dio y las reflexiones a las que llegaron los alumnos, las considero muy genuinas y positivas. También rescato las reflexiones que aportaron los adultos de la escuela. Estas actividades nos hacen confiar más en nuestros alumnos ya que se ponen en juego los valores que ellos tienen y es una oportunidad donde se manifiesta su afectividad.
Agregó que “todos los grupos rescataron que necesitamos en algún momento de los demás, que nos acompañen y para eso se debe generar un clima de confianza que es la base de toda posibilidad de convivencia, se trata buscar la cercanía desde la generación de confianza. Llegar a estas conclusiones en chicos como los de nuestra escuela que viven en un contexto con muchas dificultades de relación y convivencia es algo muy valioso e importante”.
Por su parte, el director de la escuela El Molino, Horacio Muros expresó: “Educar en la convivencia es todo un desafío, pensado desde la integración y promoción de aquellos alumnos que tienen otras necesidades educativas. La convivencia, el vivir con el otro, es algo que también se debe aprender, el vivir con el otro.
“Se basa en una compleja red de prácticas sociales que están integradas a su vez, con los distintos contextos, circunstancias y personas, por ellas interactuamos y nos vinculamos con los demás, son precisamente en estos encuentros cotidianos donde se aprende y se entreteje una red intersubjetiva que sostiene la convivencia”, explicó Murus.
El director de la institución agregó, pensar en una escuela inclusiva que atienda la diversidad es todo un desafío, como también lo es el poder desarrollar habilidades sociales en contextos de vulnerabilidad y riesgo social. Creo que desde las jornadas se avanzó mucho en ese camino, fue un día de reflexión y compromiso para todos. Felicito a todo el equipo de orientadoras de la escuela por la organización de la jornada.
Fuente: Prensa DGE