En un emotivo acto a cargo de directivos, docentes y estudiantes se reconoció la trayectoria de la institución secundaria de Guaymallén secundaria, que valora la misión educativa que involucra al establecimiento como formadora de personas con pensamiento libre, espíritu crítico y el convencimiento de que la educación es el mejor camino para concretar un futuro pleno de logros.
Este miércoles la escuela 4-155 Ernesto Pérez Cuesta, de Guaymallén, junto a la comunidad educativa celebró sus primeros 25 años de vida, con las presencias de su directora Laura Cogni; la vicedirectora Marta Famiglini; la regente Virginia Cano; ex directores, docentes, egresados, actual personal docentes y no docente, alumnos y familias.
Acompañaron la celebración el supervisor de la Sección 3 de Educación Secundaria, Ángel Rodríguez, y Jorge Pérez Cuesta, hijo del reconocido empresario Ernesto Pérez Cuesta.
La comunidad educativa disfrutó del festejo protocolar que comenzó con el ingreso de las banderas de ceremonias de la escuela y la entonación del Himno Nacional Argentino, interpretado por la banda de música del Servicio Penitenciario de Mendoza “San Miguel Arcángel “, bajo la dirección del subalcaide Alberto Cambría.
Cogni, expresó que “es un enorme privilegio el poder encontrarnos en este día tan especial, donde festejamos los primeros 25 años de vida de la escuela, en el que todos y cada uno de los que somos y nos sentimos parte de la historia podemos compartir algunas vivencias nostálgicas, momentos imborrables de nuestro ayer y hoy, recuerdos de una etapa compartida que perdurarán por siempre. Nuestra institución educativa está orgullosa de haber transitado un camino de 25 años, y apreciamos profundamente el legado de su fundadora la profesora Susana Vilches, quien ya no está entre nosotros pero su recuerdo estará en cada rincón de nuestra querida Pérez Cuesta”.
“Agradezco a todas las personas que trabajaron incansablemente para que fuera reconocida como lo que es hoy, una de las mejores escuelas de Guaymallén, donde valoramos y celebramos la misión educadora que constantemente trabaja en un prolongado y fructífero proyecto educativo, que sigue creciendo y soñando con un futuro pleno de logros”, indicó, la directiva.
Por su parte, Rodríguez manifestó que “hoy acompañamos a la escuela Pérez Cuesta en su 25 aniversario, una institución educativa con vasta trayectoria y reconocimiento en la Educación Secundaria de Mendoza, y la mayor matrícula de la sección, con 900 alumnos, muy comprometida en la formación de nuestros jóvenes, a través de diversas e innovadoras metodologías de aprendizaje, y con una sólida comunidad educativa que demuestra día a día los logros de nuestros estudiantes, con una educación inclusiva de calidad y equidad”.
En tanto, Pérez Cuesta, destacó que “este acto es muy emocionante. Mi padre siempre amó la educación, fue un defensor de la educación y que una escuela lleve su nombre es un honor muy grande que me llena el corazón; es mantener viva su memoria en cada rincón de esta escuela, Y he disfrutado de cada palabra, de cada recuerdo. Felicito a la comunidad educativa por su trayectoria, compromiso, dedicación, acompañamiento brindando una educación de calidad y, sobre todo, por estar abocados a la hermosa tarea de enseñar con la visión y determinación de fortalecer esta institución en pos de la enseñanza para los jóvenes que son el futuro”.
Al respecto, la profesora Mariana Gil, dijo que “un 16 de junio de 1999 comenzaba la historia de la escuela que hoy nos convoca a todos los que estamos presentes, y a todos los que pasaron por este lugar desde hace 25 años. Tal vez para ustedes 25 años signifique una gran cantidad de tiempo pero si lo comparamos con otras escuelas la nuestra está en su plena juventud, y, sin embargo, ya es una de las instituciones educativas de mayor prestigio en nuestra provincia”.
“La escuela crece y se expande gracias a los esfuerzos de todos. A la Pérez Cuesta la hacemos entre todos, los que la fundaron, los que seguimos acá, sus estudiantes y familias. Es el ámbito reconocido porque cada uno de nosotros ponemos nuestra individualidad al servicio de algo más grande y fuerte, nuestra escuela. Tal vez, lo logrado año tras año por esta comunidad educativa pueda ser lo que la sociedad en general necesite: esfuerzo, sentido de pertenencia, empuje para emprender, excelencia, solidaridad y alegría”, concluyó la docente.
Una ex alumna y actual profesora, Yemina Araujo manifestó que “es un honor para mí estar compartiendo con ustedes este acto, en la escuela que me vio crecer por 2000 con apenas 12 años. Con miedos y ansiedad por empezar esta nueva etapa, éramos pocos y los primeros en disfrutar el nuevo edificio. Hoy, 20 años después, me encuentro cumpliendo el rol de profesora gracias a directivos y profesores que siguen recorriendo la escuela y brindando el mismo amor que cuando era estudiante; algunos ya no están pero su esencia quedó en cada rincón y aportaron su granito de arena para que la escuela sea lo que es actualmente.“
Momento Artístico
Las alumnas de 3º 4° Abril Lucero y Giuliana Di Julio interpretaron la canción “Fuiste” de Gilda, para deleitar a todos los presentes.
Por último, la comunidad educativa compartió un video que hizo posible abrir el baúl de los recuerdos y rememorar con vivencias, emociones, aprendizajes y crecimiento de los actores institucionales que dieron sentido a la trayectoria de la escuela en estos primeros 25 años transcurridos y la satisfacción de las metas alcanzadas.
Reseña Histórica
Este es el proyecto en común de padres de alumnos de la escuela primaria Tomás Alba Edison y Unicef. Allá, por 1998, tenían el sueño de que sus hijos pudieran ir a una escuela secundaria pública cerca de sus casas, en el Barrio Santa Ana. Esos padres trabajaron en conjunto con los directivos de esas escuelas primarias para lograr el sueño. Y juntos lograron el primer objetivo que era indispensable para que el Gobierno pudiera darle curso a la iniciativa: lograron que la cooperativa del Barrio Santa Ana les donara el terreno en donde hoy está emplazada la escuela. Con los terrenos otorgados, los padres de los que fueran los primeros egresados, comenzaron con todos los trámites que permitieran la autorización y la posterior construcción de la escuela.
El 15 de marzo de 1999 comenzó a funcionar la escuela, y en 2000 inauguró su propio edificio.
La asignación del nombre no fue realizada de modo arbitrario e individual; se formalizó una propuesta de tres posibles patronos, y con la participación y votación de alumnos, docentes y miembros de la comunidad del barrio se obtuvo una mayoría saludable de sufragios a favor del nombre elegido e impuesto. A un año de la muerte de Ernesto
Así, el 16 de junio se cortaron las cintas que marcaban el inicio de una nueva etapa en la escuela 4-155. En ese preciso momento se realizaba la imposición del nombre “Ernesto Pérez Cuesta” al establecimiento, según Resolución 1780 en la cual formalmente se fundamenta la elección del mismo que expresa: “es una forma de hacer justicia con alguien que contribuyó al progreso de nuestra provincia y al departamento de Guaymallén”.
Fuente: Prensa DGE