Cerca de 270 docentes y directores de 100 escuelas primarias de toda la provincia formaron parte del programa impulsado conjuntamente por EMESA, la DGE y Fundación Varkey, y que permitió alcanzar a 3.900 estudiantes directos.
Aprender con Energía Sostenible es una propuesta promovida, en conjunto, por la Dirección General de Escuelas (DGE), Empresa Mendocina de Energía Sociedad Anónima (EMESA) y Fundación Varkey, con el objetivo de fortalecer en 100 escuelas de Nivel Primario de todo el territorio provincial el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), con la temática “Consumo responsable de Energía”, a fin de que los docentes incorporen en sus planificaciones áulicas esta iniciativa, y que los estudiantes reflexionen y conozcan la importancia del desarrollo energético.
En el acto de cierre del programa estuvieron presentes la directora de Planificación de la Calidad Educativa de DGE, Silvina Del Pópolo; el presidente de EMESA, Pablo Magistocchi, y el director Regional de Fundación Varkey, Agustín Porres, entre otros.
El programa, que alcanzó en esta edición a 3.900 alumnos, comprende la educación en energía como factor clave para responder a las actuales necesidades de aprendizaje, y permite que los estudiantes reflexionen y conozcan la importancia del consumo responsable de energía y el cuidado de los recursos del planeta. La iniciativa desarrolla herramientas en los docentes para que ellos sean capaces de impulsar proyectos sostenibles en cada una de sus comunidades.
“Tengo palabras de agradecimiento a la Dirección General de Escuelas, la Fundación Varkey, mi equipo y, sobre todo, a los docentes, que han participado, que han demostrado interés, que se han tomado el trabajo y tiempo. Nosotros desde EMESA estamos convencidos que en la cadena de la energía el eslabón más importante es el usuario final, quien necesita tener mayor información y comprensión de qué es la energía, cuál es la consecuencia de usarla y su relación con el ambiente, un tema que es fundamental y que cada vez va a estar más en agenda. En este sentido, cuanto más formemos a los chicos en estos temas mejores resultados vamos a tener”, expresó Magistocchi.
El ABP es una metodología de enseñanza que promueve el desarrollo de capacidades y aprendizajes significativos. Se inscribe en las llamadas “metodologías activas” y en los “enfoques basados en la indagación” porque sitúa al estudiante como protagonista del hecho educativo, su hacer con otros y la capacidad de formularse preguntas como eje del aprendizaje.
En ese sentido, tiene como punto de partida una problemática de interés que convoca a los alumnos a cuestionarse e indagar, con lo cual desarrollar una actitud investigativa necesaria para vincularse d manera genuina con el aprendizaje. De esta manera, el método intenta colocar al estudiante como protagonista de sus propios procesos.
Por su parte, Del Pópolo agregó que quisiera agradecer a los docentes, directores y supervisores que han participado en este espacio formativo, que abrieron las puertas de sus aulas para contarnos por dónde caminaban sus proyectos y, además, por dónde iba el aprendizaje de los chicos y las chicas en el andar de esos proyectos. Sin ese compromiso, lo que gestamos desde la Dirección de Planificación sólo sería un anhelo. Este año le dimos una vuelta al programa pensándolo de manera situada, dando centralidad y protagonismo al trabajo áulico”.
La formación se dictó durante 11 semanas en las que se llevaron a cabo encuentros virtuales, visitas presenciales a cada una de las escuelas, encuentros de seguimiento, un cierre virtual del trayecto formativo con la participación de las escuelas mediante una exposición de proyectos a fin de año. También contempló una estrategia de monitoreo y evaluación que acompañó el proceso de implementación del proyecto ABP en las escuelas participantes.
En esta oportunidad, se entregó a cada escuela un kit compuesto por una casita con un aerogenerador, que hace que el movimiento se transforme en luz, para que los estudiantes armasen a su gusto durante las clases.
Asimismo se implementaron incentivos económicos para llevar adelante los proyectos, los cuales se evaluaron teniendo en cuenta tres dimensiones: la implementación de la metodología de ABP, el impacto del proyecto en su comunidad y la pertinencia temática respecto de las energías renovables y la eficiencia energética. A partir de ello, resultaron 15 proyectos ganadores de distintas escuelas de San Rafael, Maipú, San Martín, San Carlos, Rivadavia, Tupungato, Junín, Godoy Cruz y Santa Rosa.
“Hace tres años que venimos trabajando en esta modalidad de ABP con un montón de cambios, y los docentes tuvieron la suerte de ver un programa mejorado en cada nueva edición. Agradecemos la confianza y la energía que cada docente puso, a EMESA y la DGE para seguir apostando para que esto suceda, con lo cual celebro el vínculo que tenemos que hace que las cosas las hagamos cada vez mejor”, concluyó Porres.
Antecedentes de Educación en Energía
La primera edición del programa fue realizada en agosto y septiembre de 2020, e impulsó proyectos en casi 200 escuelas de Nivel Secundario (Técnico y Orientado) y de la Modalidad de Educación Permanente de Jóvenes y Adultos, que alcanzaron a 5.000 estudiantes de todos los departamentos de la provincia de Mendoza.
Durante la segunda cohorte participaron más de 400 docentes y directores de casi 200 escuelas secundarias de los 17 departamentos de Mendoza, alcanzando a más de 4.300 estudiantes. Como resultado, se obtuvieron más de 110 proyectos realizados por alumnos que involucró esta edición en 2021.
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Fuente: Prensa DGE