En el marco del proyecto institucional “El Mes del Lector” y sumándose a la tradición de Sant Jordi, Alumnos del Instituto Secundario Humberto De Paolis llevaron adelante esta acción en el Parque Cívico.
Alumnos de 2º Año “B” del Instituto Humberto De Paolis realizaron este lunes la actividad denominada “Suelta de Libros”, inserta en el proyecto del Mes del Lector, como parte de las acciones propuestas por el área de lengua, arte y comunicación. Esta actividad habitualmente se realizad desde el 24 de agosto hasta el 24 de septiembre, pero este año el área adelantó la “Suelta de Libros”, debido la celebración del Día Internacional del Libro y al mismo tiempo recrear la tradición de Sant Jordi, la cual consiste en Cataluña en que una mujer le regala un libro a un varón a cambio de una rosa.
En este marco los estudiantes de segundo año del Instituto recrearon ésta actividad en un espacio público, el cual tuvo lugar en el Parque Cívico, donde los alumnos colocaron un mensaje dentro de los libros para un lector desconocido y soltaron los libros que llevaban para que lo encuentre cualquier persona que pase por el lugar, estos mensajes tenían la finalidad de sorprender al lector y también estimular y recomendar ese libro promoviendo el placer por la lectura. Entre los libros figuraban antologías de poesías, libros de cuentos, novelas románticas, todos libros distintos. Algunos de los estudiantes se animaron a incluir sus cuentas de Instagram para saber quién se había llevado el libro y así vivir la experiencia y la actividad tuviera cierta retroalimentación.
Silvia Lauriente, coordinadora del área de lengua, arte y comunicación, estuvo a cargo de la actividad y comentó: “Los estudiantes se sintieron muy compenetrados y al mismo tiempo les costaba desprenderse de sus libros, como profesora me sorprendió gratamente que los estudiantes trajesen libros para dejar. Porque hoy en las casas los libros no son moneda corriente y desprenderse del libro también era poner a prueba esto de soltar; de que nos podemos desprender y soltar para beneficiar a otro y un otro que no conocemos, entonces también era como una actividad solidaria que la vi muy presente en las caritas de ellos cada vez que tenían que dejar un libro abandonado, por así decirlo, al destino”.
“Además, me conmovió que me pidieran cuando emprendimos el regreso al instituto, contemplar la posibilidad de volver al Parque Cívico para ver si se habían llevado el libro que habían dejado. Lo que me deja como reflexión la necesidad que tienen de saber cuál fue el destino de los ejemplares, como así también del mensaje que cada uno plasmó en el interior de sus libros. Esa necesidad de comunicación justamente desde el espacio y que la vemos ahora de estar comunicados con otro. Ellos se comunican a través de las redes sociales muchas veces con un público anónimo, no saben a quién le están publicando o compartiendo, por ejemplo una foto, pero hoy necesitaban saber quién iba a hacer ese lector al que le estaban dejando sus libros, esto me pareció muy interesante”, expresó Lauriente.
Además se pudo vivenciar la emoción de los estudiantes frente a la actividad propuesta quienes, según la propia voz, expresaron la importancia de poner en valor la lectura en la sociedad actual. Tal es el caso del alumno Gerónimo Quiroga, quien comentó: “me pareció muy divertido buscar un libro para dejarlo ir por el día del libro, para que alguien lo encuentre y lea el mensaje que teníamos que colocar y que cuando lo leyera se encontrara con el mensaje, en mi caso el mensaje fue que lo cuide, que no lo rompa que era muy lindo libro” y de la alumna Ariadna López: “ para mí fue una experiencia muy linda, porque está buena la idea de aprender a soltar las cosas mi libro era muy lindo, se llamaba La Niña de las Nieves, pero por otro lado, está la intriga de quién fue el destinatario, ojalá que quien lo haya tomado lo cuide, le guste, no lo rompa y también algún día lo pueda soltar como hice yo”.
Cabe destacar que esta actividad “Suelta de Libros”, se denomina así porque consiste en dejar en un espacio público un libro, para que otra persona venga, lo lea y se lo lleve, los estudiantes del Instituto Humberto De Paolis acompañados por la docente y preceptora, recorrieron las distintas paradas de colectivos de la zona, donde a veces el tiempo de espera hace que puedas leer una poesía, que tengas el momento o para decir, bueno sí es para mí me lo llevo, otros los dejaron al lado de la estatua de Juan Bautista Alberdi, en lugares donde están visibles, expuestos a que cualquier lector ávido por un libro se lo lleve o simplemente se siente y lo lea. Luego el recorrido continuó por el predio del memorial de la bandera, ingresaron al edificio de ATM, la guardia de casa de gobierno, el cuerpo central, el edificio del Poder Judicial y finalmente iniciaron el regreso al establecimiento educativo ubicado en calle Mitre.
De este modo, al tratar de saber quién era el lector que encontraba su libro, las y los estudiantes se ponían en el lugar de los autores que escriben para un público anónimo, sin saber exactamente a quien va dirigido su texto, su mensaje, he aquí, la importancia de pensar y reflexionar acerca de la soledad del escritor y anonimato del público. Una experiencia enriquecedora.
Tradición de Sant Jordi
El día del libro coincide con la fiesta de Sant Jordi, ya que hace honor al fallecimiento el 23 de abril de emblemáticos escritores, como William Shakespeare, Miguel de Cervantes y Garcilaso de la Vega. La casualidad de la fecha provoca que no se regalen únicamente rosas, sino también ejemplares de libros.
El punto de partida se remonta al año 1929, cuando el escritor valenciano Vicente Clavel propuso a la Cámara Oficial del Libro y al Gremio de Libreros en Cataluña, un día al año con el objetivo de Incentivar la Lectura , que se encontraba en niveles muy bajos debido a la gran cantidad de personas que no sabían leer. De hecho, el día que se eligió fue el 7 de octubre de 1929, pero el éxito fue tan rotundo que se trasladó al 23 de abril Día internacional del Libro.
Fuente: Prensa DGE
