Jorge Videla logró el título de Técnico Superior en Higiene y Seguridad Laboral en el IES 9-012, se cambió de ropa y salió a combatir el voraz incendio ocurrido en la empresa Plastiandino, junto a un profesor y al equipo de Bomberos Voluntarios de Salto de las Rosas.
En el Nivel Superior conviven diversas historias de vida, de personas que no solo estudian sino que día a día salen a la calle a dar lo mejor de sí para construir un futuro, y llevar adelante una familia y trabajar, apostando por su educación a la par.
Es así que Jorge Videla, estudiante que, tras rendir su última materia y presentar su tesis, se recibió de Técnico Superior en Higiene y Seguridad Laboral en el IES 9-012 San Rafael en Informática, y en vez de celebrar la culminación de su carrera, salió, tomó su camioneta, y se fue combatir el devastador incendio que arrasó con la conocida fábrica de plásticos de San Rafael, Plastiandino.
Jorge es bombero voluntario desde hace seis años del cuartel de Bomberos Voluntarios de Salto de las Rosas. “Los conocí en el IES, yo estaba cursando cuando fueron a dictar una capacitación”, rememora, contando cómo fue que decidió incorporarse al equipo. “Luego de ese día me aparecí a las dos semanas por el cuartel, justo estaban las inscripciones abiertas y decidí sumarme, y desde ese día no hubo retorno: es algo que me gusta mucho, tiene que gustarte mucho para dedicarle a esa vocación el tiempo que necesita”.
Con 27 años Jorge lleva adelante una vida aplicada: por la mañana trabaja en la construcción, a la tarde en Bodegas Bianchi (realiza pasantías rentadas gracias a un convenio que tienen con el IES), tiene un emprendimiento de venta de neumáticos, es bombero voluntario y, a la par, estudiaba. “Me llevó varios años culminar la tecnicatura, generalmente toma tres o cuatro años, a mí me llevó el doble, por motivos personales. No solo debía estudiar sino que tenía otras responsabilidades a la par, por gusto y por necesidad económica”, explicó, feliz de que aún emprendiendo todo eso a diario pudo recibirse.
Sobre el día en el que se recibió, Jorge contó que “tenía que rendir inglés técnico y luego presentar mi tesis, me había tocado investigar y exponer sobre un caso de explosión de un tanque de petróleo en el Cerro Divisadero Malargüe, un tema que justo me gusta mucho. Por suerte, nos recibimos junto a otros cinco compañeros que también rendían, estaba muy feliz por todos. Fue muy lindo, los profes me dijeron unas palabras muy emotivas y cuando salí estaba mi familia esperándome para celebrar: mi madre, mi tío y primitos, éramos pocos. La idea era que mis compañeros del cuartel fueran también, me iban a tirar agua con el camión de bomberos, pero bueno, el incendio ocurrido impidió que fueran”.
“Estuve un ratito con mi familia, nos abrazamos y sacamos algunas fotos, ellos sabían que me tenía que ir, estábamos muy felices, pero me subí a la camioneta y me fui a apagar el incendio junto a mis compañeros”, relató Jorge, haciendo honor a la vocación de los bomberos que ponen por delante su responsabilidad civil antes que su vida personal.
“Al llegar al incendio me recibieron mis compañeros, todos trabajando y a la par preguntándome por cómo me había ido, si había aprobado o no. Todos felices, a los abrazos y trabajando”, así fue la celebración de Jorge, en medio del caos de un voraz incendio que provocó evacuaciones en una escuela cercana y de varios vecinos de la zona.
En el incendio, Jorge se encontró con el profesor Marcelo Cordero, también del IES 9-012, quien estaba colaborando con el equipo de bomberos, “Nos dimos un abrazo y seguimos trabajando, la verdad que fue raro, la felicidad y, a la par, la tristeza que te da un incendio, más que nada por las pérdidas materiales de la empresa, un mal momento, porque uno se pone en el lugar del otro, pero tengo fe en que esa empresa podrá volver a empezar y crecer”, reflexionó el joven bombero. Durante el incendio no hubo ninguna víctima fatal, solo grandes pérdidas materiales, con una destrucción que, según estiman, ronda entre el 80% y 85% de la planta.
Jorge agradeció a su institución formadora, el IES 9-012 San Rafael en Informática, y a los profesores que lo acompañaron a lo largo de su carrera, “que siempre nos están dando una mano terrible para que todos terminemos y cumplamos nuestra meta”.
También agradeció a sus compañeros del cuartel “porque siempre me inspiran a crecer, apostando a ser mejores, más eficientes, a capacitarnos constantemente, porque es la única manera de poder actuar bien ante una emergencia, si no estás capacitado es muy difícil y riesgoso, entonces hay que entrenar y prepararse mucho tanto física como teóricamente”, explicó, y compartió un motivador mensaje: “Quiero decirle a todas las personas que tengan un sueño por cumplir, que sigan adelante siempre. Y al que quiera ser bombero, que se sume a cualquier cuartel que tenga cerca”.
Fuente: Prensa DGE