Recordarlo solamente como un gran educador es reducir la impronta de progreso que dejó en nuestro país considerablemente.
Como todos los 11 de septiembre en la Argentina se celebra el día del maestro en honor a Domingo Faustino Sarmiento, quien falleció esa misma fecha en 1888. Sin dudas que nuestro prócer fue un gran maestro apasionado por la educación, pero recordarlo solamente como un gran educador es reducir la impronta de progreso que dejó en nuestro país considerablemente.
Sarmiento además de un ejemplar maestro fue un increíble estadista. Durante su presidencia, de 1868 a 1874, la Argentina vivió años de gran crecimiento y sus decisiones repercutieron en los años siguientes con fuerza y lo continúan haciendo hasta el presente. Ejemplos hay muchos, pero algunos muy emblemáticos.
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Por Franco Moccia
Fuente: Diario La Nación