En estos casos se sugiere:

•  Abordar la situación desde una mirada integral, intentando dialogar en un espacio tranquilo que resguarde su intimidad y que logren ver a la escuela  como un espacio público en el que se puede dialogar.

• Ofrecer espacios de reflexión  y diálogo sobre el tema y la situación  con su familia, pensando en su propio cuidado. Considerar con ellos la necesidad de realizar una consulta profesional especializada.

• Implementar estrategias de acción que tengan como prioridad la inclusión del niño o adolescente brindando apoyo y acompañamiento permanente.

• Promover con los demás alumnos un diálogo abierto, en el que se hable sobre lo ocurrido, y se intente pensar en el consumo como una problemática social.