Las oportunidades de aprendizaje crecen cuando los estudiantes van todos días a la escuela.
El seguimiento y cruce de los datos de asistencia y mediciones de fluidez lectora de cada escuela, dan como resultado una escala de rendimiento de los estudiantes, que va desde los niveles esperados de acuerdo a la edad, hasta niveles críticos de aprendizaje, estrechamente relacionados a la cantidad de días que van a clases.
Estos resultados son los que determinan qué programas de acompañamiento necesita cada escuela, para proteger y asistir el recorrido de cada estudiante en el aprendizaje, llamado “trayectoria escolar”.
Líderes de Asistencia en las escuelas primarias
En la mayoría de las trayectorias débiles (bajo rendimiento escolar del estudiante) se repite un factor común: la baja asistencia a clases. Es por esto que desde este año se creó la figura del Líder de Proyecto Asistencia en las escuelas con altos niveles de inasistencia.
Como parte de la formación y puesta en común de acciones, esta semana, los Líderes escolares de Asistencia se reunieron en encuentros regionales junto a Inspectores regionales y seccionales para trabajar sobre las funciones en relación al Programa de Fortalecimiento de las Trayectorias 2023.
Como parte del equipo escolar (puede ser líder un vicedirector/a, maestro/a MATE, maestro/a secretario/a, o docente con mayor antigüedad), el Líder de Asistencia es quien colabora con la tarea del coordinador de Proyecto Pedagógico en la implementación de acciones concretas que mejoren los niveles de presentismo de todos los estudiantes. Es quien conoce cada situación e interviene buscando y generando mecanismos de mejoras que implican a toda la institución e incluyendo a las familias y a toda la comunidad educativa.
Los problemas de asistencia escolar son multicausales, por lo que se necesita una mirada cercana, de forma sostenida y analítica sobre los estudiantes, para encontrar soluciones a medida. Este conocimiento también permitirá prevenir situaciones similares a futuro.
El Líder de Asistencia es quien identifica a cada estudiante con asistencia crítica (con ausentismo mayor a 25%) y regular (con ausentismo entre 25% y 15%), y hace visibles las situaciones particulares de cada uno. También, registra las acciones institucionales ya realizadas frente a este problema, promueve encuentros con las familias y coordina el trabajo en red con otros organismos: DOAITE, Centros de Salud, Municipio, etc, según la necesidad particular. Está a cargo de monitorear y registrar de forma constante los indicadores de proceso y de resultado para realizar ajustes en caso de necesitarlos.
Está demostrado que la asistencia a clases es fundamental para aprender y, para que esto ocurra, se requiere la tarea conjunta familia-escuela.