En estos casos se sugiere:

• Brindar apoyo y contención.

• No dejar solo al niño o adolescente.

• De ser necesario llamar al Sistema de Emergencia Médico, con el que cuenta la escuela, para que un profesional médico asista y evalúe al niño o adolescente.

• Respetar la confidencialidad de la situación procurando que no intervengan actores innecesarios.

• Convocar a algún miembro de la institución con quien el alumno tenga un vínculo cercano .

• Llamar a los padres o responsables del niño o adolescente. Si estos no se presentaran y es necesario el traslado a una institución de salud, personal directivo o docente a cargo de la dirección lo acompañará.

• Informar a la autoridad institucional correspondiente, teniendo en cuenta la línea jerárquica.

• Convocar al Equipo Interdisciplinario de la DOAITE o equipo técnico de educación especial según corresponda o en escuelas secundarias al Servicio de Orientación, para el abordaje de la situación.
• Los equipos técnicos indicarán, de ser necesaria, la derivación a algún equipo de salud mental:

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En caso de que se requiera la realización de un tratamiento:

• Mantener el lazo que el niño o adolescente conserva con la escuela.

• Facilitar la concurrencia a la escuela para que complete su trayectoria escolar y su tratamiento de salud.