La Dirección General de Escuelas, a través de la Coordinación General de Educación Superior y la Coordinación de Políticas Estudiantiles, informa que se lanza la inscripción para cubrir cargos vacantes de Coordinadores Institucionales de Políticas Estudiantiles (CIPEs).

Las políticas estudiantiles tienen como punto de partida el reconocimiento de los estudiantes de la Formación Docente como actores centrales del sistema formador. Su participación en los procesos pedagógicos e institucionales resulta imprescindible, no sólo para garantizar y ampliar sus derechos educativos sino también por su carácter formativo dado que, como docentes, deberán asumir una profunda responsabilidad con la realidad social en la que se sitúan sus prácticas y con los derechos de sus estudiantes. En ese sentido, se pretende trascender el abordaje de las trayectorias desde la responsabilidad individual del estudiante para adoptar un enfoque institucional.

Se entiende que este perfil enriquece el proceso y fortalece el sentido de pertenencia de los estudiantes en las instituciones, contribuyendo, de esta manera, a mejorar los niveles de permanencia. Requiere, en primer lugar, concebir la noción de trayectorias formativas desde una perspectiva amplia e integral. Esto implica considerar las relaciones que se establecen entre la multiplicidad de experiencias (escolares, familiares, laborales, comunitarias, etc.) por las que han atravesado y atraviesan los estudiantes, y el proyecto formativo que ofrecen las instituciones a través de propuestas y recorridos diversos, que debe ir pensándose y transformándose de modo situado, en diálogo y atento a las características particulares del colectivo estudiantil.

Los CIPEs son agentes que se suman a la promoción de las políticas públicas educativas del Estado para la formación docente, lo cual conlleva a que los objetivos de su función deben estar claramente situados en la institución formadora donde desempeña su labor.

Su tarea es institucional y se enmarca en las políticas jurisdiccionales y nacionales concertadas federalmente. Debe partir del reconocimiento de las particularidades, necesidades y potencialidades de la institución para participar en la elaboración y gestión de estrategias con todos sus actores: estudiantes, docentes y directivos.

Se trata de fortalecer una gestión institucional que incluya las voces de todos sus miembros, atentos a lo estipulado en la Ley de Educación Nacional y las normativas del Consejo Federal de Educación, con pertenencia, involucramiento y participación del colectivo estudiantil en proyectos institucionales, con un enfoque de género para pensar las desigualdades que atraviesan las y los estudiantes.

Es así como, partiendo de estas definiciones, las y los CIPEs acompañarán la construcción de redes de contención para buscar reforzar una perspectiva democrática del acompañamiento que abone a la participación estudiantil. Al mismo tiempo, deberán generar ámbitos de trabajo intra e interinstitucionales que fortalezcan y enriquezcan el capital cultural y social de los futuros docentes con impacto en la comunidad.

A fin de acompañar y fortalecer ese trabajo, se prevé que las y los coordinadores participen de instancias formativas en temáticas vinculadas con el acompañamiento a las trayectorias, la democratización de las instituciones y la participación estudiantil, las dimensiones ético-políticas de la práctica docente, ESI, y Ley Micaela, entre otras.