La estructura del sistema educativo está sometida a nuevas exigencias en el paradigma actual del conocimiento. Por ello la DGE implementa nuevas líneas de acciones pedagógicas en el Nivel Inicial, articulando el trabajo conjunto con los jardines maternales y los de gestión social, tanto estatales como de gestión privada.
La educación de la primera infancia es primordial para el desarrollo del niño en todos los ámbitos de su vida. Por este motivo la DGE, a través de su dirección de Nivel Inicial, apunta a avanzar en las herramientas que permitan lograr una conexión entre el diseño curricular y las propuestas manifestadas por los docentes.
En este marco, se apunta a trabajar de manera conjunta con los jardines de infantes, con los S.E.O.S. y con los jardines maternales de gestión privada con el fin de implementar las mismas estrategias y garantizar que los niños accedan a trayectorias continuas, completas y relevantes. También es necesario articular de manera integral con el nivel primario y con educación especial tanto de gestión pública y privada. Todo se realiza para garantizar que los chicos, en este período, logren los aprendizajes correspondientes.
Desde la Dirección de Nivel Inicial se han establecido nuevos lineamientos, que no sólo permiten trabajar en la mejora de la calidad educativa, sino que apuntan al liderazgo académico del director atento a la calidad de la enseñanza como por ejemplo el nivel de expectativas de todos los docentes sobre todos los alumnos, un ambiente escolar seguro, ordenado y estimulante, una evaluación y seguimiento de los niños, el buen uso del tiempo en el aula y un factor fundamental que es la participación activa de padres con la comunidad educativa.
De la educación inicial a la educación primaria
El proceso de transición de un nivel a otro debe ser sin angustias ni fracturas, para que esto suceda, es necesario que el niño finalice la etapa de su educación inicial con éxito y a su vez pueda iniciar la siguiente con confianza y sin temor.
Por lo tanto, la articulación debe darse principalmente desde lo pedagógico dando significado así al enlace de cada nivel con el siguiente y con el anterior, teniendo en cuenta el desarrollo psicosocial de quienes lo transitan y egresan de los ámbitos escolares. Por otra parte, es necesario integrar la acción educativa institucional diferenciada por los niveles y modalidades.
En este sentido, es importante establecer acuerdos institucionales que permitan llevar adelante un proceso de articulación real, efectivo y dinámico, que diseñe y evalúe estrategias de acompañamiento e intervención desde la gestión y con todos los actores sociales que intervienen en este proceso pedagógico.
Por ello, la articulación entre estos niveles resulta genuina sólo cuando el foco está puesto en la continuidad de los procesos de desarrollo de los educandos y en las formas de enseñanza. Esto se puede pensar cuando se comparten presupuestos teóricos acerca del sujeto, la alfabetización, el lugar del juego, su aprendizaje y los mejores modos de promoverlo.
Proceso de evaluación inicial
El nuevo diseño curricular considera al nivel inicial como una unidad pedagógica desde el jardín maternal hasta el jardín de infantes y la propuesta curricular se sustenta en el enfoque globalizador. La nueva propuesta pedagógica del gobierno escolar es realizar ajustes en cada sala a través de una escala de saberes, contenidos, conocimientos y evidencias que puedan ser evaluados de manera más práctica.
En este aspecto se entiende a la evaluación como un proceso continuo que forma parte de la enseñanza. La inclusión de la evaluación como componente de la planificación de la enseñanza permite anticipar cuáles serían los aprendizajes que se consideran relevantes para su adquisición y en función de esto cuales serían los mejores instrumentos para conseguir evidencias que muestren los procesos realizados por los niños y los resultados alcanzados.