Lectura y tiempo libre constituyen una pareja ideal. Y la lectura de literatura tiene tantos, pero tantos beneficios que resulta agotador mencionarlos uno por uno. Así que los resumimos de esta forma:
«Leer literatura es muy muy muy bueno»
Es cierto que la lectura es una cuestión de dos: el lector y el texto. Pero incluso siendo expertos, los lectores comentan, explican, recomiendan, discuten con otros aquello que han leído. Y en el caso de los chicos, a los que llamamos «lectores en formación» hay «otros» que acompañan su aprendizaje y primeras prácticas. Esos «otros» son los docentes en las escuelas y la familia en la casa.
Los más chicos aprenden por imitación: si ven que otros leen, ellos sentirán también curiosidad e interés por ver qué dicen los libros. Y, una página hoy, un capítulo, mañana al cabo de poco tiempo se convierten en bibliotecas completas las que pueblan su imaginación. Llenan con ideas y palabras sus mentes, los dejan vivir cientos de vidas, les dan capital cultural, hacen flexibles sus pensamientos y tolerantes con el resto del mundo. ¡No está nada mal! ¿verdad?
La lectura tiene un serio competidor: seguro que ya se habrán dado cuenta de quién (o mejor, qué) es. ¡Tal cual! Los jueguitos de celular, los videos de Tik tok y YouTube se llevan mucho de su tiempo libre (y con frecuencia, no solo de este). Las vacaciones de invierno se convierten en una promesa de largas horas conectados... y desconectados.
Propuesta para las familias de los pequeños lectores
- acompañarlos a leer
- charlar acerca de las lecturas
- compartir el tiempo valiosísimo del receso
Propuesta para estudiantes que leen por sí mismos
Primaria
2do y 3er ciclo