Estudiantes del CENS Nº 3-150 “Pastor Anselmo Morales” y del Aula Anexa de Macar S.R.L fabricaron un aparato para promover el ahorro del gas natural, gracias al proyecto de confeccionar calentadores de agua solar que lleva adelante esa empresa metalúrgica.
La propuesta de construir calentadores de agua solar, en vista de numerosas comunidades que solo cuentan con el suministro de gas envasado, fue promovida por los alumnos del 1º año división A del CENS 3-150 “Pastor Anselmo Morales” de Maipú, quienes se inspiraron en la idea de utilizar energías alternativas a favor del cuidado del medio ambiente y contra los efectos del calentamiento global producido por las emisiones de gases provenientes de energías no renovables.
Se comenzó a trabajar en la búsqueda de materiales a través de pruebas piloto de calentamiento con energía solar. Una primera experiencia se efectuó con una caja forrada con papel aluminio y una botella pintada de negro, sobre cuyo prototipo se llegó a la modelo principal. Luego, con un tacho de 200 litros cortado a la mitad y un botellón de 20 litros, la técnica fue superada.
Aunque el grupo de trabajo no contaba con datos estadísticos, es sabido que en Maipú existen comedores infantiles que en la actualidad no se encuentran provistos por gas natural, como también diferentes lugares con escasos medios económicos para afrontar esos gastos. Bajo esta consigna es que se ejecutó la iniciativa.
El prototipo de calentador cumple con las expectativas que los alumnos tenían, y brindaría una solución adecuada a la problemática de escasez de gas envasado.
La hipótesis planteada fue “la energía solar puede disminuir el gasto de energía proveniente de los hidrocarburos”. Con este termocalentador se repararían algunos problemas como, por ejemplo, hogares que no poseen ningún tipo de acceso a calefaccionar el agua que necesitan para bañarse, lavar ropa o utensilios de cocina en época invernal.
Desarrollo
Como prueba piloto se utilizó una botella pintada de negro en una hielera recubierta con papel aluminio en su interior y con un vidrio al frente en forma de tapa. Al analizar los resultados, el agua se calentó cuando el prototipo fue expuesto al sol durante el mediodía.
En primera instancia se seccionó un tacho metálico de aceite de unos 200 litros, se le soldó una base, pero solo se utilizó un cuarto del recipiente.
A fin de conseguir el efecto de refracción se debió forrar el interior del tacho con papel aluminio para lograr la difusión del espectro de luz. Entre el papel refractario y la parte interior del receptáculo se colocó un felpo de acrílico para alcanzar un aislamiento con el medio externo.
En el centro del tacho se orientó el botellón plástico para el agua de 20 litros de capacidad, que se pintó con un cuarto de pintura color negro mate para atraer la mayor cantidad de luz solar que el papel aluminio refractase, al igual que la luz que ingresase por el frente.
Con el objetivo de evitar la pérdida de calor en la parte frontal y en los laterales, a unos 45° se ubicó un policarbonato transparente que permitiera el famoso efecto invernadero, con el cual la energía solar (lumínica) es transformada en energía calórica.
Se presentaba un inconveniente, ya que el calentador, al estar fijo, no podía seguir la rotación del sol durante el día. Para solucionarlo, se elaboró un pie móvil independiente del calentador que rotara según necesidad, y para lograrlo se utilizó un rulemán (SKF 6203) en la base del calentador.
La inclinación del calentador es gradual y manipulada con dos mariposas que otorgan una regulación de unos 30º, según la estación del año o la zona donde se utilice el calentador.
El calentador se llena por la parte superior y la salida debe estar cerrada con su llave de corte rápido, y, así, para su óptimo llenado, se debió situar en la parte superior del bidón una manguera de 3 mm por la cual sale el aire y se purga.
Toda la estructura del calentador fue diseñada por los alumnos, y la elaboración metálica fue llevada a cabo por los estudiantes del Aula Anexa de Macar S.R.L. quienes cuentan con las maquinarias para la soldadura y plegada de hierros.
Resultados obtenidos
En las primeras pruebas piloto realizadas en el patio del CENS, los resultados fueron bastante satisfactorios, no obstante se debía tener la precaución de hacer rotar el calentador cada dos horas para obtener la mayor eficiencia. Al anochecer, cuando la energía solar cesaba por completo, el sistema de aislamiento y capacidad calorífica del agua ayudaban a conservar la temperatura por varias horas.
La recuperación del calentador fue la esperada ya que al extraerle parte del agua se le debe agregar una proporción similar de agua de la red: de no ser así y si no queda nada de agua se produce la deformación del envase (bidón) por exceso de temperatura.
El prototipo cuenta con una rotación, para acompañar el movimiento del sol, no observada en los demás calentadores solares, como calefones o paneles solares, que generalmente se encuentran dispuestos fijos y poseen un rango limitado de trabajo.
Fuente: Prensa DGE