Educación Domiciliaria y Hospitalaria asegura la continuidad de las trayectorias escolares

En nuestra provincia, la modalidad es de gran trayectoria, dando sus primeros pasos dentro del Hospital Emilio Civit como consecuencia de la epidemia de poliomielitis en los años 50.

Desde la Coordinación de Educación Hospitalaria y Domiciliaria de la Dirección General de Escuelas, las profesoras Lorena Cuccurulo, Nora Laura Lucero y Emilia Ruiz comentaron que “desde el 2019 se viene trabajando fuertemente en el nivel secundario, dentro de la Educación Hospitalaria, pues las y los estudiantes que por su franja etaria permanecen internados en el hospital ‘Dr. Humberto Notti’ son asistidos pedagógicamente por docentes tutores del nivel, realizando una importante articulación con sus escuelas de origen y acompañando a las familias”.

“Asimismo, aquellos/as estudiantes que transitan su hospitalización en otros grandes centros de salud, reciben educación por un grupo de docentes hospitalarios capaces de brindar educación a pie de cama y bajo un estricto protocolo impuesto por los profesionales de la salud. De esta manera, se ha logrado articular con los profesionales de la salud y los de la educación en pos de brindar igualdad de oportunidades y el derecho de recibir educación sin que la condición de salud resulte un impedimento”, finalizaron las coordinadoras.

Algunos casos actuales

Desde la coordinación relataron varios casos de educación hospitalaria y domiciliaria que se llevan a cabo en la actualidad. Como el de Lucas Soto, estudiante de 4º año de la Escuela 9-003 “Mercedes Tomasa de San Martín de Balcarce”, en el departamento de San Rafael, quien por estos días, luego de casi un año y medio de tratamiento oncológico, se encuentra nuevamente en su domicilio.

Joaquín Seresoli, estudiante de la escuela 4-079 “Gilda Coma de Lede”, del departamento de Maipú, desde muy pequeño estuvo hospitalizado, siempre recibiendo educación bajo la Modalidad Hospitalaria. A la edad de 13 años ingresó al nivel secundario, pero por su condición de salud debió recibir educación del hospital. El alumno hoy se encuentra sentado junto a sus compañeros dentro del aula, pero no de la sala hospitalaria que supo conocer durante toda su niñez, sino el aula de su querida escuela, quien lo recibió con los brazos abiertos para ser uno más entre sus pares.

Álvaro Rivero, estudiante de 3º año, también de la escuela 4-097 “Gilda Cosma de Lede”, ha podido ser un ejemplo de bimodalidad, gracias al esfuerzo articulado entre la escuela  de origen, la educación hospitalaria y la familia, que permite que este alumno pueda recibir educación dentro del hospital, cuando se encuentra en tratamiento, y asistir a la escuela de manera presencial cada vez que su condición de salud lo permite y no se encuentra bajo el mismo.

Lorena Cuccurullo manifestó, además: “podríamos mencionar una larga lista de estudiantes que semana tras semana, mes a mes y año tras año pasan por las aulas hospitalarias de nivel secundario; algunos como Joaquín, Álvaro y Lucas vencen todas las barreras y vuelven a sus escuelas, otros transitan un corto tiempo, los conocemos apenas y con algunos nos despedimos amargamente porque emprenden el camino de ser libres para siempre de la condición que los aquejaba”.

“Nuestra labor solo se puede llevar adelante  gracias al esfuerzo mancomunado de los y las docentes hospitalarios de nivel secundario, al acompañamiento de las direcciones de línea y al trabajo articulado y colaborativo de las escuelas de origen”, concluyó la coordinadora. 

Fuente: Prensa DGE


 

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