Los talleres de freestyle, danzas urbanas y folclore cuyano fueron las actividades propuestas para los adolescentes por parte de la Coordinación de Educación en Contextos de Privación de Libertad de la Dirección General de Escuelas. Fue en articulación con la Dirección de Educación Permanente de Jóvenes y Adultos y la Dirección de Responsabilidad Penal Juvenil, en Convenio con la Asociación Argentina de Actores.
Desde el 2 de enero, en la Dirección de Responsabilidad Penal Juvenil se desarrollaron diversos talleres destinados a los adolescentes. Freestyle, danzas urbanas y folclore cuyano fueron las actividades propuestas para los adolescentes por parte de la Coordinación de Educación en Contextos de Privación de Libertad de la Dirección General de Escuelas, en articulación con la Dirección de Educación Permanente de Jóvenes y Adultos y la Dirección de Responsabilidad Penal Juvenil, en Convenio con la Asociación Argentina de Actores.
Las actividades convocaron a más de 30 adolescentes y tuvieron por objetivo compartir las técnicas específicas de cada disciplina, estimular el hábito de lectura -un pilar fundamental para poder rapear- desarrollar y fortalecer la creatividad para ayudar a los adolescentes a adquirir habilidades para enfrentar los problemas de la vida cotidiana.
Los talleres incluyeron discusiones basadas en la conciencia y responsabilidad, ejercicios de reflexión, y actividades de aprendizaje activo. Docentes y alumnos profundizaron sobre temas como responsabilidad personal, toma de decisiones; comunicación, solución de problemas y violencia. Estas actividades ayudaron a los adolescentes a entender mejor su situación actual.
El profesor Farías expresó a los jóvenes: “Las herramientas que se han brindado en los talleres de verano les servirán para conocerse más a si mismos y utilizar las palabras que a veces nos guardamos por prejuicios o miedos, que puedan hablar, que puedan cantar y escribir lo que su corazón siente”. Para finalizar, cada joven se llevó una remera personalizada y las letras de sus propias composiciones.
Con la realización de estos talleres artísticos expresivos, la DRPJ brinda a los adolescentes posibilidades adicionales para desarrollar su identidad y su sentido de pertenencia. Estos talleres pueden contribuir a reducir la ansiedad, la depresión y la desesperanza entre los jóvenes con libertad restringida. Además, los ayuda a desarrollar nuevas habilidades creativas y a desarrollar una mejor comprensión de la cultura y las tradiciones de la comunidad en la que se encuentran, apuntado a mejorar la autoestima y la confianza en sí mismos y conectar con el mundo.
Fuente: Prensa DGE