“Comunidad valorada: tránsito seguro”, se denomina el proyecto de la institución primaria de Ciudad de Mendoza que tiene, como fin último, la conservación de la integridad de los ciudadanos en la vía pública, en especial de los que presentan alguna discapacidad sensorial o motriz.
Cómo surge el proyecto
Todos los años, al inicio de cada ciclo lectivo, se pone en marcha un proyecto que pretende brindar a los estudiantes herramientas que puedan poner en práctica y de manifiesto sus capacidades, en un marco tecnológico donde los mecanismos, circuitos eléctricos y proyección comunitaria dan a los prototipos de robótica un perfil inclusivo de las nuevas tecnologías y un trabajo mancomunado de todos los integrantes. El taller de robótica se desarrolla en el tercer ciclo durante el año escolar.
Desde la escuela Láinez cuentan que el desafío que impulsó este taller fue pensar, compartir, comunicar, crear y construir circuitos y operaciones mecánicas y tecnológicas que promuevan la invención de prototipos con algún impacto social, y que preparen a los alumnos para entender y cambiar el mundo por medio de una problemática evidenciada en la sociedad.
La idea es poder lograr que los chicos despierten su entusiasmo, puedan crear y sentirse parte de las infinitas posibilidades que les brinda la sociedad en la actualidad.
Este taller de robótica es de implementación áulica y multidisciplinario, con la integración de los espacios de Ciencias e Informática, entendiendo que los sistemas digitales son la base material de los consumos culturales de niñas, niños y jóvenes y tienen un rol cada vez más importante en todos los aspectos sociales.
Su dominio es clave para la integración plena a la sociedad y al mundo del trabajo, tanto en el presente como en el futuro. En este marco, emerge la necesidad de introducir a los estudiantes en el aprendizaje de la educación digital, la programación y la robótica. De este modo serán capaces de comprender cómo se construyen los sistemas mecánicos y digitales, cómo intervenirlos y crearlos, y cómo hacer un uso crítico y creativo de las tecnologías.
En consecuencia, los estudiantes que participaron en la propuesta lograron ejecutar, a través del desarrollo de capacidades hegemónicas y de la interdisciplinaridad, un prototipo que resulta de una indagación significativa hacia preguntas impulsoras que motivaron el conocimiento y la investigación y que daban cuenta de un desafío problematizador que abarcaba cuestiones sociales y culturales de nuestra región.
Cada etapa de indagación se posicionó como una instancia nueva de aprendizaje, no solo del dinamismo propio de la robótica y de la transversalización de ella en cada espacio curricular, sino también de ideas que promuevan el desarrollo social y cultural de nuestra sociedad y aumente su calidad de vida, su salud y su educación, principalmente para personas con discapacidad.
El desarrollo de esta experiencia promovió la disposición a trabajar en equipo, la motivación a indagar, experimentar, debatir, generar conocimiento y ejecutar posibles respuestas a interpelaciones de la realidad vivida a diario. Durante todo el proceso se llevó a cabo una evaluación formativa, lo que posibilitó la retroalimentación al poner la mirada en el proceso realizado, además de los resultados
obtenidos.
En ese sentido facilitó la búsqueda de alternativas viables ante una problemática social y el trabajo sistematizado del equipo de estudiantes para lograr diseñar actividades a ejecutar y coleccionar y analizar la información.
Fuente: Prensa DGE