Las escuelas de Mendoza continúan activamente su participación en el Censo de Fluidez Lectora 2022. La evaluación comenzó el lunes pasado con los estudiantes de tercer grado, luego con los estudiantes de quinto y este viernes concluyó la primera semana con los alumnos y alumnas de tercero, quinto y séptimo grado de Primaria, y de primer año de Secundaria de ambos turnos.

Mariana Guiñazú, coordinadora del programa de Fluidez Lectora de la DGE, dijo que esta acción tiene como propósito favorecer el diagnóstico continuo de los estudiantes.

“La primera medición la estamos haciendo en el mes de abril y está destinada a estudiantes de nivel primario y secundario, tanto de gestión estatal como privada. Las devoluciones a las escuelas sobre los resultados de estas mediciones constituyen una herramienta de gran valor pedagógico y de gestión que habilitará a la toma de decisiones en relación a la planificación y evaluación de los proyectos de lectura en cada escuela”, sostuvo Mariana Guiñazú.

“Como equipo de planificación de la DGE, estas experiencias nos permiten re direccionar, hacer reajustes en los planes de intervención pedagógica para acompañar las trayectorias de los estudiantes”, manifestó Guiñazú quién agregó que también servirá para generar recursos y herramientas para los docentes.

Una de las instituciones que realizaron las primeras pruebas como parte del censo es la 1-200 Pedro Nolasco Ortiz, ubicada en Los Corralitos, Guaymallén. Su directora, Adriana Bartoco, expresó que los niños y niñas participan de un minuto de lectura y también se les toma pronunciación y acentuación. “Los niños que no estuvieron presentes serán censados en otra fecha por docentes de la escuela. Nosotros también trabajamos un proyecto de lectura que lo formulamos en las jornadas de febrero y vemos muchos avances con nuestros estudiantes, a pesar que venimos de años muy difíciles”, dijo Bartoco.