La escuela 4-183, Fidel De Lucía, ubicada en San Ramón 390 del distrito El Borbollón en Las Heras, cumple 19 años de su creación y 13 años de la imposición del nombre del pintor Fidel de Lucía.
Desde hace años para esta fecha se realiza una “Maratón saludable”, este año dadas las condiciones de aislamiento por la pandemia, los estudiantes y personal de la escuela han elaborado los siguientes videos, que les compartimos en los enlaces:
Este pintor nació el 25 de Junio de 1896 en Río Pires, Estado de San Pablo. Cuando tenía un año, su familia se trasladó a Italia y se instaló en Roma, donde pasó su niñez. Su precocidad artística lo llevó a dotarse de una amplia y rica información en museos, talleres y salones de arte.
En 1911 emprendió un viaje a América latina y se radicó en Mendoza, donde desarrolló toda la fuerza de su capacidad creativa, logrando así convertirse en un precursor de las artes plásticas.
En 1916 se inscribió en la recientemente fundada Escuela de Dibujo, Pintura, Escultura y Grabado de Mendoza.
En 1917 finalizó el primer ciclo lectivo, con la exposición de los productos de los alumnos, caracterizada por un alto nivel de la obras expuestas. Entre los autores figuraban, además de Fidel de Lucía, Antonio Bravo, Faustino Murúa, Vicente Nacarato, Juan Cardona, Salvador Bocanegra y Raquel Guiñazú, entre otros. En 1918 realizó una muestra junto a Antonio Bravo.
El crítico Enrique Méndez Calzada opinó sobre esa exposición: “en Fidel de Lucía y Antonio Bravo ya pueden notarse líneas de gran importancia”. Este crítico se interesó muy especialmente en una carbonilla de Fidel de Lucía, titulada Camino a la Iglesia, en la que se ve el misticismo ingenuo de los campesinos y se destaca el admirable estudio de lo crepuscular.
La sensación de serenidad y gran dominio de los efectos que se observan en estas obras dejan en claro la influencia ejercida por el gran pintor Fernando Fader, influencia de la que Fidel se va alejando en búsqueda de su propio ser.
Ya cerrada la escuela de dibujo, de muy breve existencia, esa búsqueda personal se enfatiza y es aquí cuando aparece el formidable autodidacta y el enérgico realizador.
ESFUERZO Y PASIÓN POR LA PINTURA ARTÍSTICA.
En aquellos lejanos tiempos, el pintor subsistía con un pequeño cargo administrativo, que abandonaría más tarde para dedicarse de lleno a la obra creadora. A pesar de esa dura realidad, de la crítica y oposición rotunda de una sociedad que al decir de Antonio Di Benedetto “era de emplumada opinión y de vuelo bajo y pesado”, un grupo de jóvenes y audaces artistas comienza a generar las bases de nuevos aprendizajes y la búsqueda de ámbitos más propicios para el desarrollo de sus expectativas, que serán las bases para fundar una nueva realidad, en la que el arte y la literatura encuentren un campo propicio para la creación.
Fuente: escuela 4-183 Fidel De Lucía