La fecha conmemora la eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales por parte de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que tuvo lugar en 1990.
La palabra “discriminación” cuenta con una carga negativa por la significación que ha ido ocupando a lo largo del tiempo, fundamentalmente por los efectos adversos que ha tenido sobre la vida de las personas. Discriminar hace referencia a “separar, diferenciar, distinguir”.
Como tal, es un proceso muchas veces necesario. Ordenar y categorizar son funciones que permiten entender el mundo que nos rodea. Ahora bien, esta acción de “distinguir” y por lo tanto de marcar la diferencia, se torna como un acto violento cuando en esa separación se definen jerarquías, cuando algo de lo que se “separa” es entendido como negativo, inferior, anormal, o insano; en definitiva, se lo significa como de menor valor y por lo tanto “desechable”.
La discriminación empezó a ser un problema cuando, en esa distinción, algunos grupos o colectivos, por sus características o cualidades compartidas, fueron expulsados de la vida social al considerarse que esa diferencia implicó una “amenaza” o un “riesgo”, por analizar esa cualidad algo que podía ser juzgado de un modo negativo. Se estableció una dinámica de “o yo o el otro”, en donde el otro debía ser dejado por fuera de la trama social, produciendo sistemáticamente su marginación.
La orientación sexual, la identidad de género, la religión, la condición social, el color de piel, la forma del cuerpo, las discapacidades, por nombrar solo algunas, fueron categorías que marcaron a fuego la exclusión en los cuerpos de aquellas vidas que no encajaron dentro de lo “valioso”.
Cuando la discriminación apunta a la segregación y a la aniquilación de lo diferente, actúa de manera sistemática con una multiplicidad de actos aislados: el rechazo, el asco, la invisibilización, el silenciamiento, la burla, el acoso, por nombrar solo algunas cosas más leves; termina construyendo un mensaje muy claro que desalienta a expresar cualquier diferencia, forzando a aparentar “vidas normales”. Lo segregado, al quedar por fuera, pierde su voz, posibilitando que se edifique una serie de prejuicios sobre esos grupos que demoniza y por lo tanto refuerza la necesidad de arrastrarlos a vivir en las sombras.
Queremos hacer de la diferencia un motivo de suma y no de exclusión, que el “distinguir” sirva para nutrirnos y enriquecer nuestras vidas.
Para comenzar a erradicar la discriminación en tanto exclusión y violencia, se debe comenzar por cuestionar las bases y prejuicios que la sostienen. Acercamos entonces algunas propuestas didácticas para abordar y prevenir estas situaciones en el aula, y desde el trabajo que se realiza en ESI, apuntamos a lograrlo.
Material de interés elaborado por Educ.ar
- Propuestas para para " target="_blank" rel="noreferrer noopener">Nivel Inicial – (páginas 91 a 93)
- Propuestas para ">Nivel Primario (páginas 55 a 62)
- Propuestas para " target="_blank" rel="noreferrer noopener">Nivel Secundario – (páginas 55 a 62)
- " target="_blank" rel="noreferrer noopener">Propuestas para charlar en familia -sugerimos compartir la lectura de las siguientes páginas: 17, 18, 40 a 44
Ver recursos en Biblioteca y Efemérides
Fuente: Prensa DGE